La formación de creación artística con énfasis en arte-terapia de la Universidad París Descartes, me ofreció una reflexión profunda sobre las preguntas que ligan los efectos, el proceso creativo y los efectos en una relación de apoyo y cuidado entre el terapeuta y el cliente.
Esta formación permite tener tres contextos fundamentales de aplicación: el campo educativo, social y de la salud. El tronco común de esta formación alberga cuatro especialidades (música, teatro, danza y artes-plásticas) que se desarrollaran a través de conocimientos principales de psicopatología, estética, historia del arte e historia del arte terapia así como el proceso creativo en las diferentes etapas de la vida.
Para más información, no dude en consultar el enlace de la universidad.
Públicos y proposiciones de taller
Talleres para niños y jóvenes
Cuando un niño o joven tiene algún tipo de reto, dificultad o una situación que impide el desarrollo correcto de su personalidad, es importante no solo tomar como referencia la situación, sino la globalidad del pequeño.
Su entorno familiar, escolar, sus amistades… Porque es a partir de ese “Todo” que un trabajo personal y la capacidad para reconocer sus fortalezas puede comenzar.
El trabajo realizado en un taller de arte terapia, se crea para permitir una construcción de su singularidad y su afirmación en su entorno. Aceptar sus posibilidades, reconocer sus emociones y permitir consolidar capacidades.
El taller de arte terapia va a concentrarse en el proceso creativo que permite la manifestación de emociones, sensaciones y nuevas formas de apropiación de una situación. El resultado final no será el objetivo principal del taller, como lo puede ser un taller de artes plásticas.
Talleres para adultos
Una de mis principales motivaciones para ofrecer los talleres a adultos fue mi deseo de recordarle a la gente la importancia de mantener despierto el “niño interior”. Cada experiencia nos forja y a veces sin darnos cuenta, extingue o aparta recursos que alguna vez estuvieron presentes durante nuestra infancia.
Este taller invita a las personas a re-conectarse con la posibilidad de trabajar y crear sin prejuicios. Hacer parte a un taller de arte-terapia no requiere conocimientos artísticos previos. Se trata de venir con ganas de emprender un viaje con uno mismo y dejarse guiar en el descubrimiento de medios de comunicación y expresión propios de cada quien, utilizando diversas herramientas artísticas.
Nuestro mundo se mueve a una velocidad que a veces es demasiado abrupta y nos lleva en una dinámica sin que le prestemos atención a nuestro Ser y entorno.
Este espacio estará diseñado para brindar un momento de relajación, escucha a si mismo, imaginación, perdón, discusión y apertura consigo y con los otros.
Los talleres pueden ser individuales o grupales dependiendo de los objetivos establecidos durante una primera entrevista. Esta herramienta arte-terapéutica también puede reforzar el trabajo personal ya iniciado con otro profesional de la salud.
Talleres para personas mayores
Los talleres pueden ser individuales o grupales dependiendo de los objetivos marcados durante una primera entrevista. Esta herramienta arte-terapéutica también puede reforzar el trabajo personal ya iniciado con otro profesional de la salud.
El taller aporta una disminución del estrés, aumenta la confianza en si mismo y permite crear un nuevo canal de expresión para el dolor mental, físico o psíquico.
La persona mayor es detentora de una nueva forma de comunicación y de contacto con su entorno y consigo misma. Logramos habitar nuestro cuerpo físico y mental, aportando nuevas formas de creatividad.
Se pueden afinar gestos y así mismo utilizarlos como medio de expresión. Se generan posibilidades de estimulación cognitiva a través de un trabajo sobre su propia experiencia personal, lo que yo suelo llamar: “El Libro de Oro”.
Talleres familiares
Para promover el desarrollo del niño y el desarrollo psico-emocional es fundamental una relación sana alimentada por el diálogo y la confianza entre padres e hijos. Cuando surgen dificultades (ya sean académicas, de comportamiento o de otro tipo), generalmente es aconsejable brindar un apoyo global al niño.
La díada padre-hijo es un enfoque que permite una intervención duradera, ya que los padres, a su vez, tendrán herramientas que se pueden implementar dentro de la familia.
Este apoyo puede sumarse a una atención psicológica o parental que ya se haya establecido en el núcleo familiar.
Las dificultades que manifiesta el niño pueden estar vinculadas a situaciones ajenas, o no, a los padres y que comprometen la paternidad y la dinámica familiar. El taller sirve como un espacio terciario para observar, sin necesidad de comunicar verbalmente, la complejidad de la dinámica familiar y los conflictos que allí pueden existir.
Tendremos así dos espacios : el espacio de creación y el espacio de encuentro promoviendo un vínculo y una relación más armoniosa.
- Espacio de encuentro: cualquier forma de interacción entre los participantes, verbal o física, el arte-terapeuta es el garante para observar y acompañar las dificultades manifestadas. El arte-terapeuta está ahí para animar a padres e hijos, a ayudarse y escuchar las propuestas de los demás resolviendo las dificultades percibidas durante la creación, de manera conjunta. Estos talleres crean un « espejo » muy interesante donde todos los participantes tienen un rol de ayuda y fortaleza. Nos interesamos más por nuestro semejante y, por consiguiente, somos más empáticos.
- Espacio creativo: las artes plásticas añaden un elemento de comunicación que re-conecta con el niño interior del adulto. Los participantes podrán re-descubrirse a sí mismos en torno al juego y al espacio de transición. La propia historia de los padres puede reflejarse en la dinámica familiar y el apoyo emocional dado. El lugar que la creación ocupa es el de un espacio de transición entre el cotidiano y el vinculo que se construye durante el taller entre los participantes y el arte-terapeuta.